HaHa Fonogram - 2008
El barrio de Blackeberg es considerado uno de los suburbios de Estocolmo, donde el mero hecho de vivir en él es casi considerado una actividad de riesgo. De él han salido Sad Day For Puppets, otra de las joyas ocultas con las que siempre nos sorprende el fértil pop sueco.
Un septeto que deslumbra en cada canción para redondear un disco perfecto. De lo mejor del año. Trece temas de los cuales es difícil quedarse con alguno, pues son todos de una calidad altísima. Las guitarras juegan un papel dominante en la mayoría de los cortes. Dream pop, shoegaze y algo de distorsión, sin pecar en exceso, unido todo ello a la dulce voz de su cantante Anna Eklung dotan a las melodías de una magia especial que convierte este álbum en una pequeña joya.
El disco comienza con la impresionante Little Night, su primer single, un tema con un ritmo adictivo, y a partir de ahí se suceden grandes temas como Marble Gods, Mothers Tears (un tema donde la influencia de grupos como The Jesus and Mary Chain y My Bloody Valentine es palpable), Cherry Blossom (de lo mejor del disco)... Pasan las canciones y esperas que llegue el momento de bajón del disco (no puede ser que los trece temas mantengan el nivel).
Y cuando parece que la cosa empieza a decaer (Lay your Burden on Me, When The Morning Comes), nos damos de lleno con las tres mejores canciones de disco. Last Night, abrumadora, pegadiza, adictiva... con una genial base melódica; Shiny Teeth and Sharpened Claws, sutil dream pop con una guitarra enorme; y Romans, mi favorita, con una arrebatadora melodía (el inicio es extraordinario).
